Por Antonio NARBONA
El desparpajo expresivo con que el Consejero de Salud (y Familia) de Andalucía ha hablado del desaprovechamiento del culillo de las dosis de la vacuna contra la pandemia, ha generado una avalancha de comentarios de todo tipo en los medios audiovisuales y escritos. En los juicios favorables es recurrente calificar ese diminutivo de culo de «genialidad del habla andaluza».
Pues no. En el Diccionario académico, el que figuran acepciones varias —´miedo, angustia, rabia, enojo, impaciencia…´— asociadas a Colombia, Ecuador, Venezuela, Cuba… (y así hasta 11 países), no hay marca alguna de andalucismo. Y entre los diez usos recogidos en el Tesoro léxico de las hablas andaluzas, desconocidos todos por la mayoría de los andaluces, sólo aparece uno cercano al que aquí nos ocupa…
(Artículo publicado en el diario ABC de Sevilla el 3 de febrero de 2021)
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